Entendemos a la Arquitectura como un arte social de dimensión poética, como un hecho colaborativo y artificial, como acto y postura política, como encuentro de reflexión colectiva, como acto de transformación social, como expresión de una utopía e instrumento de una conveniencia, como herramienta reformadora de la experiencia humana, como lugar de encuentro entre la imaginación y la realidad, como una simple línea sobre un papel con pretensiones de generar cambios y transformaciones profundas en el espíritu humano, como la busqueda de una sociedad más justa y equitativa.